una experiencia involvidable
Hemos pasado el fin de año en la casa rural A Pontiga y ha sido una experiencia inolvidable.
La casa es acogedora, está muy cuidada y tiene todo tipo de detalles. Lo que más nos gustó fue el horno de leña, en el cual cocinamos la cena de fin de año y fue toda una experiencia. Las habitaciones son grandes y cómodas, cada una con su propio cuarto de baño, limpias y muy confortables. Hermosinda, la dueña de la casa, ha sido un encanto con nosotros y ha estado pendiente de todos los detalles para que estuviésemos cómodos
El entorno es precioso porque está rodeada de zonas muy bonitas de molinos y fervenzas, para pasear sin descanso.
En resúmen, una experiencia increíble, seguro que repetiremos
Gracias!!
